• Estimule el juego haciendo que su casa sea un buen lugar para jugar.

  • Enseñe las destrezas necesarias para jugar bien con los demás.

  • El aprender a jugar bien con los demás no se enseña en una sola lección. Requiere de tiempo y práctica.

  • Cuando los niños juegan, aprenden importantes destrezas de vida. Estas destrezas les ayudarán a tener amigos y a conservar la amistad.

Cuando los niños pequeños juegan con otros niños de edad similar, aprenden a:

  • Cooperar

  • Saber cuándo deben llevar la batuta y cuándo deben ser seguidores

  • Resolver problemas

  • La primera visita debe ser corta (más o menos de una hora) y es mejor que sea con un solo niño.

  • Piense en terminar la sesión de juegos antes de que estén demasiado cansados.

  • Sepa cómo ponerse en contacto con los padres del otro niño.

  • En la primera cita, quédese un rato hasta que sepa que su hijo se sentirá cómodo sin usted.

  • Relaciónese con los padres del otro niño. ¡Es posible que puedan ayudarse unos a otros!

  • Cuando un niño juega sin que esté presente uno de sus padres, es mejor que sea en un grupo pequeño de niños.

  • Si su niño va a una guardería, jardín infantil o grupo de juego, invite a uno de sus compañeritos a jugar en su casa o en el parque.

  • Prepare las cosas. Evite disfraces de súper héroes, pistolas de juguete y otras cosas que estimulen el juego agresivo.

  • Averigüe qué le gusta al niño invitado. Pregúntele a su hijo qué actividades disfruta su amiguito. Esto hará que el juego sea más divertido y le enseñará a su hijo a ser considerado y atento.

  • Tenga suficientes cosas para todos. Si no hay suficientes, sugiera otra actividad.

  • Su hijo no tiene por qué compartir su “juguete favorito”. Permítale guardar ciertas cosas que no estarán al alcance de los demás niños.

  • Cerciórese de que su casa sea un lugar seguro. Las sustancias tóxicas deben guardarse bajo llave. Lo mejor es que en la casa no haya armas de fuego. Si hay un arma, ésta debe guardarse descargada bajo llave; las balas deben estar en otro lugar también bajo llave.

  • No planee demasiadas cosas. Prepare el escenario con materiales e ideas. ¡Deje que los niños usen su creatividad e imaginación!

Ayude a los niños cuando realicen actividades como recortar figuras para manualidades, y no los pierda de vista. En general es mejor intervenir sólo cuando los niños necesitan ayuda. Déles la oportunidad de resolver sus diferencias por su cuenta.

Antes, durante y después de que su hijo juegue con otros niños, háblele de la importancia de llevarse bien con los demás.

  • A la gente no se le pega”.

  • No le quitamos los juguetes a otros niños”.

  • “Quiero pintar en el tablero”.

  • “No me gusta…“

  • “Quiero ser un bombero”.

  • “Dile a Julia que no te gusta que te mezan en el columpio. Tal vez ambos quieren subir al balancín.”

  • “Me gustó mucho ver que se turnaron la regadera”.

  • “¡Me encantó oír que dijeron gracias y por favor”.

Puesto que a los niños pequeños les cuesta trabajo entender los puntos de vista de los demás, habrá una que otra pelea. Los niños pequeños reaccionan al momento y pueden hacer cosas sin pensar.

Estas conductas agresivas por lo común no son un intento de lastimar o de ser hostiles con la otra persona. De hecho, los niños pequeños tienden a sentirse mal cuando un compañerito se lastima mientras juegan.

Cuando se presenten incidentes de este tipo, hable con todos. Ayude a cada niño a tratar de ver el punto de vista del otro. De este modo, aprenderán a evitar y solucionar las peleas.

Si le preocupa la conducta agresiva de su hijo, hable con el pediatra.

Un grupo pequeño de niños en un espacio muy grande o un grupo grande de niños en un espacio muy reducido, tiende a incrementar el juego agresivo. Disponga de un espacio adecuado para evitar conflictos.

Es más fácil guiar a los niños hacia buenas conductas que decirles lo que no deben hacer. “Voy a estar aquí por si me necesitan”.

Esto a menudo significa que es hora de cambiar a una nueva actividad. “No está bien arrebatar los juguetes; hay que compartirlos. Creo que ya jugaron suficiente con el camión. Aquí tienen papel y marcadores”.

Puesto que la primera reacción de un niño suele ser “física”, esto no es fácil de aprender. Con las palabras, los niños aprenden a resolver sus propios problemas. Enseñe a su hijo a decir cosas como “No me gusta que me quites mi juguete. Por favor, devuélvemelo”.

Lo que parece agresión, como arrebatarle un juguete a otra persona, podría ser el intento de un niño por acercarse a los demás. Enséñele a los niños a esperar su turno en vez de terminar enojados porque les arrebatan un juguete.

Es más probable que se presenten conflictos cuando los niños tienen demasiado calor o frío, cuando tienen hambre o cuando están cansados.

La hora del juego puede ser divertida o difícil. Pero como quiera que sea, ¡es un modo excelente de aprender!

En cierto punto, su hijo se sentirá rechazado por otros niños. Todos lo hacen y es doloroso. Aunque usted no puede evitar estas situaciones, sí puede brindarle apoyo y amor al niño cuando se sienta lastimado.

Enseñe a su hijo a volver a intentarlo. Ésta es una importante lección en la vida para respetar y llevarse bien con los demás. Concéntrese en inculcarle a todos los niños que juegan la importancia de llevarse bien en lugar de tratar de buscar quien tuvo la culpa y quién no.

Ayude a su hijo a entender por qué otro niño no quiere jugar cuando él sí quiere hacerlo.

  • “Juanita no quiere jugar, pero tal vez Emma sí quiere. ¿Por qué no le preguntas?”

  • “Tal vez José quiera pintar en lugar de jugar con la pelota”.

Es más fácil para los niños pequeños turnarse un juguete que jugar con el mismo juguete a la vez.

La información incluida en esta publicación no debe usarse como reemplazo de la atención médica y los consejos de su pediatra. Es posible que haya variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo a hechos y circunstancias individuales.