• Respetarse mutuamente

  • Sentir que la relación hace que los dos sean mejores personas

  • Compartir intereses mutuos, pero sin dejar de tener amigos y actividades fuera de la relación

  • Resolver los desacuerdos pacíficamente y con respeto

Toda relación debe hacer feliz a ambas partes. Cuando estás con tu pareja debes sentirte bien.

Las siguientes son señales de una relación sana. Haz una marca (✓) en cada señal que se ajuste a la relación que tú llevas con tu pareja.

  • Se consultan lo que van a hacer.

  • Ninguno de los dos trata de controlar al otro.

  • Les gusta hacer cosas juntos, pero ninguno de los dos se siente obligado a hacer algo.

  • Si tienen un desacuerdo —y es normal tenerlos— ambos pueden decir lo que sienten, hablan hasta que resuelven las cosas y después hacen lo que ambos han planeado.

  • Ambos disfrutan de la compañía mutua y están contentos cuando están juntos.

  • Ambos se sienten en libertad de tener sus propios amigos e intereses fuera de la relación.

Si sientes que tu relación no es sana, hay maneras de hacer que mejore.

Comparte tus pensamientos y sentimientos. Escucha lo que tu pareja tiene que decir.

Hablen de deportes, música, películas o cualquier otra cosa que les ayude a conocerse y compenetrarse mejor.

Una persona se siente más atraída hacia otra cuando cada uno tiene sus propios intereses. Conserva las actividades escolares, los amigos y los pasatiempos en los que no participa tu pareja.

Dos personas no siempre tienen que estar de acuerdo sobre las películas, la música o los deportes que más les gustan. Ni siquiera tienen que estar de acuerdo con la cantidad de veces que deben llamarse o verse. Es natural que tengan desacuerdos. Lo importante es cómo llegar a un acuerdo. Con una buena actitud, podrán tener un “desacuerdo saludable”.

Hablen calmadamente hasta que ambos decidan qué harán. Éstas son dos posibles soluciones:

  • Vayan a un tipo de película esta semana y a otro tipo de película la próxima semana.

  • Uno de los dos puede elegir la película y el otro puede elegir dónde comerán.

También ESTÁ BIEN hacer cosas por separado con tus propios amigos.

Los sentimientos de miedo, estrés y tristeza no son parte de una relación sana.

Las siguientes son señales de una relación enfermiza. Haz una marca (✓) en cada señal que se ajuste a la relación que llevas con tu pareja.

Aceptas algo aunque sientes que no está bien. No te sientes bien cuando están juntos.

Tu pareja no te deja tener un buen desempeño en la escuela o te hace sentir culpable de hacer las cosas que te gustan o interesan.

Tal vez escuches cosas como éstas: “Si me amas, necesito que me avises dónde vas a estar”. A tu pareja no le importan tus amigos.

Uno de los dos, o ambos, llama al otro todo el tiempo. Sientes que tu pareja es posesivo(a) y asfixiante.

Escuchas a menudo cosas como ésta: “Todo es por tu culpa”.

Es normal sentir un poco de celos. Pero la relación se dañará si se dejan dominar por los celos.

Uno de los dos le dice al otro: “Tienes que hacer las cosas a mi manera”.

Si puedes hablar con tu pareja y resolver los problemas, una relación enfermiza puede volverse saludable. Pero si no logran disfrutar del tiempo que pasan juntos, tal vez sea el momento de terminar esa relación.

Hay cosas que nunca deben ocurrir en una relación. Tu relación tendrá problemas graves si cualquiera de estas cosas está pasando.

Nunca es correcto gritarse, ofenderse, intimidarse o insultarse.

Siempre debes tener el derecho a negarte a dar atención o afecto.

Si uno de los dos no obtiene lo que quiere, amenaza con lastimarse o lastimar a la otra persona.

Si tu relación está traspasando alguno de estos límites, la conducta debe frenarse de inmediato o la relación debe terminar. Si estás teniendo problemas para terminar la relación, busca la ayuda de un adulto que se preocupe por tu bienestar.

Habla con un adulto de confianza acerca de cómo ponerle fin a una relación abusiva de modo seguro. Usa lo que has aprendido para tratar de que tu próxima relación sea mejor.

En una relación sana, después de arreglar un desacuerdo, ambos se sienten respetados.

Cuando las cosas se hayan calmado, puedes decirle a tu pareja cosas como éstas:

  • “No soporto que me insultes. No vuelvas a hacerlo”.

  • “No me vuelvas a tratar así. No merezco que me hagas esto”.

  • “Si estás enojado(a), dímelo y te podré ayudar. No sacas nada con gritar y decir groserías”.

  • “Si vuelves a tratarme así, se acabó todo entre nosotros”.

Tú mereces que te amen y respeten. Usar la fuerza, el poder o el control solo hace que tú obtengas lo que quieres. Éste no es el modo de hacerte respetar.

Si dominas o maltratas a tu pareja es posible que obtengas lo que quieres, pero pierdes el respeto, el apoyo y el amor de tu pareja.

Si no puedes detenerte, busca ayuda.

  • Un maestro, entrenador o consejero de la escuela puede ayudarte a aprender a tratar a tu pareja con respeto.

  • Un líder espiritual o un adulto de una actividad o club fuera de la escuela puede ayudarte a controlar emociones como la ira o los celos y a evitar las conductas abusivas.

Al cambiar tu comportamiento, obtendrás el verdadero respeto, apoyo y amor que mereces.

Si no hay un cambio en la conducta de tu pareja, habla con amigos o con un adulto de confianza para saber cómo terminar la relación de un modo seguro.

La información incluida en esta publicación no debe usarse como reemplazo de la atención médica y los consejos de su pediatra. Es posible que haya variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo a hechos y circunstancias individuales.